miércoles, 17 de abril de 2013

Sistemas de recompensa, ¿una influencia para mejorar la cultura organizacional?


Se sabe que las personas buscan siempre un trabajo que los beneficie tanto económicamente como profesionalmente (o por lo general); por esto y mucho más las empresas han mostrado interés para incentivar de alguna manera a sus empleados de dos formas; Los monetarios: de manera económica (por ej.: pagos),  ofreciéndoles promociones (por ej.: descuentos por productos de la empresa), crecimiento profesional (por ej.: cursos) u otros; y los no monetarios: la "palmadita" en la espalda, actos donde se apremie la antigüedad del empleado, la eficacia del empleado, entre otros. Es allí donde entra en juego el sistema de recompensa, cuya función principal es ofrecer motivaciones a los empleados para que de alguna manera su calidad de vida sea mejor, sus interés por integrarse con la empresa sean grandes y su compromiso con la misma sea infaltable.

La influencia de los sistemas de recompensa en los empleados puede afectar de manera positiva a la empresa ya que al proporcionar este incentivo los mismos se sentirían más comprometidos en realizar sus tareas de manera eficiente y en el tiempo más corto posible para así poder recibir dicha recompensa.

Pero como todo también tiene su lado negativo, la empresa tiene que estar segura de ofrecer algo y cumplirlo, porque al no cumplirlo podrían generar desmoralización en los empleados y quizás haría que los empleados no se sientan comprometidos en realizar sus tareas de manera eficientes.

Por experiencia, creo que un sistema de recompensa en una empresa debe ser infaltable. Esto lo digo porque en donde yo laboro no existe alguno y así tú hagas tu trabajo rápido, ofrezcas mejoras en los procesos o cualquier cosa que le haga realizar algunas tareas de manera eficiente, nunca obtendrás nada a cambio. Esto hace que muchas personas no sientan ese compromiso con la empresa.

Al ofrecer y proporcionar incentivos a los empleados vas creando al pasar de los año esa cultura organizacional, ese compromiso entre el empleado y la empresa.

Un claro ejemplo de los buenos sistemas de recompensa y cómo influyen en la cultura organizacional son empresas como Polar, Chevrolet, Ford, etc; donde los empleados obtienen beneficios que muchos desearían además de un ambiente laboral cordial y amigable, y serian incapaces (o por lo menos la gran mayoría) de traicionar a la empresa o generarle de alguna manera perdidas a la empresa.

Con estos ejemplos antes mencionados no quiero decir que los empleados están en todo su derecho para traicionar a una empresa si esta no les ofrece beneficios ya que siempre el empleado como bueno profesional tiene que mostrar su lado profesional y solicitar de manera inteligente y sin perjudicar a la empresa algún beneficio. Para mí por encima de todo debe existir el profesionalismo de los empleados antes de cualquier cosa.

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